M.25.AC.

Y en aquel momento, me dí cuenta de que no puedo hacerlo.
No puedo dejar de contestarle a los sms.
No puedo dejar de buscarle tras cada esquina.
No puedo dejar de suspirar cuando le veo de lejos.
No puedo dejar de devolverle las sonrisas.
No puedo dejar de estremecerme cada vez que me roza.
No puedo dejar de dar saltos de alegría cuando me dice de "quedar".
No puedo dejar de escuchar cada palabra que dice.
No puedo dejar de perderme en sus ojos.
No puedo dejar de emocionarme cuando me dice algo bonito.
No puedo dejar de echarle de menos cuando no le veo.
No puedo dejar nada de esto.
Y me da rabia.
Me da rabia querer tanto a una persona con la que no puedo estar.

Hay días en los que es mejor no levantarse, por qué simplemente no es un buen día, y en eso días... te da por pensar, y hay veces que llegas hasta tal punto en el que te haces esta pregunta: "¿Qué estoy haciendo con mi vida?" Más que nada, por el hecho de que te das cuenta de que quizás estas arriesgando mucho, demasiado en algo que desconoces, un tema demasiado serio para una persona con 16 años. ¡Qué se supone que tendría que estar haciendo la imbécil, sin pensar, sin preocupaciones, como una puñetera adolescente con 16 años! Pero no.
Estoy empezando a pensar que todo me pasa por mi culpa, por haber tenido siempre la facilidad de que cuando te dan a elegir entre algo fácil, y entre algo difícil, yo siempre elijo lo que más va a joderme; las dificultades. Es algo que si se puede cambiar, me va a costar, pero luego pienso, si no eligiera las dificultades, me pegaría las ostias mucho más tarde... o quizás me fuera todo a mejor. Pero me gusta ganarme lo que quiero, y si es difícil, es como si todo lo echo valiera más la pena, al menos lo pienso así.
Pero claro, todo tiene sus consecuencias, ya sean buenas o malas. Y ahora mismo, creo que en lo que me pasa por la cabeza no hay nada bueno... excepto la sensación de bienestar y las sonrisas tontas que me salen; pero de que me sirven esas cosas, si todo lo que hay a mi alrededor son impedimentos. Que solo tengo un 30% de que algo de todo esto me salga "bien", y lo demás a la mierda, como siempre. Es que lo veo desde el punto de vista de una persona que no sea yo, y pienso: "¿Adónde va esta tía? Solo tiene 16 años, ¿qué se propone hacer?"
Y es que me propongo cosas que me están muy grandes, y que me pueden hacer mucho daño si lo pienso bien. Pero a la vez, me da rabia, me da rabia la lucha constante que llevo entre mi cabeza y el corazón, entre la moral y los sentimientos.
Se suele decir, que siempre gana el corazón, pero cuando apenas ves una salida en la que salgas ganando, la mayoría de las veces, es el corazón el que acaba sufriendo, y junto a el, la persona.
Supongo que el tiempo lo dirá todo, pero en parte tampoco es bueno. Supongo que la vida es así, todo contradicciones. Como un juego, en el que lo apuestas todo a una sola jugada.